Reflexiones de Cuarentena
Que Extraño ! por Zharic Forero Valencia
Semillero Callejeando
Miercoles 10 de junio
Extraño las pequeñas reflexiones que hacía rumbo a cualquier lugar de la ciudad en el transporte público, extraño ejercitarme junto a las máquinas con mis audífonos puestos olvidándome de los que a mí lado estaban, extraño esperar que llegara el fin de semana para viajar al pueblo abrazar a mi familia y escuchar la tranquilidad del campo junto a los juegos de mi primos y el balbuceo del más pequeño, extraño las risas y discusiones de mi salón de clases, extraño salir a tomar algo con mis amigas y hablar de cualquier cosas sin importar nada, extraño hacer planes con él...
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Ahora las reflexiones las hago mirando ladrillos y cemento por la ventana, los ejercicios son enfrente de una pantalla, ya no sé qué día es el fin de semana porque todos son igual, el reencuentro con mi familia cada vez se hace más lejano pero una videollamada nos devuelve la esperanza de abrazarnos y reírnos juntos en un mismo lugar. Las clases son por medio de una pantalla donde es usual solo escuchar la voz del profesor respondiéndose a sí mismo, las charlas entre amigas son textos y caritas que expresan en pocas palabras lo que se quiere decir y los planes... Los planes ahora se concluyen con un "cuando todo esto pase..."
...Que extraño, hace unos meses no dimensionaba lo que significaba las cosas cotidianas de mi vida. Cotidianidad que le daba sentido a mi ser...que extraño sentir melancolía por los momentos vividos en la simplicidad del día a día...que extraño añorar con volver a la normalidad, pero ¿En realidad eso es lo que necesitamos?
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No es extraño replantearse la vida de un modo distinto, no es extraño pensar en una cotidianidad nueva y a la vez igual a la que teníamos, no es extraño soñar con un futuro más justo, amable y amoroso, no es extraño imaginarnos más felices más juntos más capaces de hacer todo lo que antes no creíamos plausible:
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...NO ES EXTRAÑO EXTRAÑAR LA SIMPLICIDAD DE LA VIDA...
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Los Perrittos y Gatitos por Yuri y Yeison Cortes Hernandez
martes 09 de junio
Cuánto, Cuando ! por Liliana Cardona
Jueves 04 de junio
Cuánto, Cuando
¿Cuánto durarán los que dicen que estarán?
¿Cuánto durarán las intenciones de aquellos que pretenden construir únicamente relaciones efímeras y pasajeras?
¿Cuánto durarán los intereses ocasionales de saber que pasa, allá, acá, con aquel, con aquella?
¿Cuánto durarán esas conversaciones que hoy son causa de agrado, añoranza y melancolía?
¿Cuánto durará el llanto, el dolor la angustia, el miedo, la zozobra, el no saber?
¿Cuánto durará ese orgullo inalcanzable que no permite ver al otro en su innegable realidad?
¿Cuánto durarán las ganas de decir y no se dice?
¿Cuánto durarán los pensamientos inagotables que dan vueltas en la cabeza?
¿Cuándo será que se evitan los falsos deseos de agradar así sea en tiempos de pandemia?
¿Cuándo será que la necesidad de mentir, supera la necesidad de amar?
¿Cuándo será que termina la puta reinvención y solo podemos ser?
¿Cuándo será que un día todo es posible?
Será que ese día, ese cuanto, ese cuándo, ¿será el tan esperado después del Covid?
Nunca dejemos de creer... !Juntos saldremos de esto! por Anguie Morales
Miercoles 03 de Junio
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Hoy con esta pequeña reflexión quisiera generar tranquilidad y armonía, soy una persona muy optimista que cree que algo bueno va a salir de esta crisis del COVID-19. Tengo la esperanza de que nos va a hacer más solidarios y humanos con aquellas personas que tienen menos oportunidades que nosotros.
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Vivimos una vida moderna de alto ritmo, constantemente estamos de paso rara vez nos detenemos y contemplamos nuestras vidas, nos hemos convertido en adictos a la idea de que siempre necesitamos estar en algún lado haciendo algo productivo. Lo que a estas alturas está comprobado es que una pandemia como la del COVID-19 solamente se puede resolver cooperando y siendo solidarios entre nosotros mismos sin importar clase social, raza, edad y género. No se trata solamente de encerrarse y aislar el contacto con pueblos, ciudades, países, porque el virus no conoce de territorios y nacionalidades. Hay que intervenir, ser solidarios cuando llega una crisis sanitaria, económica, natural en algún lugar del mundo se trata de apoyar con todos los medios y así protegernos todos generemos conciencia tranquilidad que si nos unimos y todos cumplimos con los protocolos saldremos ágil ente de esta situación seamos solidarios y seamos uno solo.
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Soy partidaria de ser productivo, pero en armonía, paz y profundo entendimiento con nuestra verdadera esencia. No podemos estar sanos si nuestro mundo no está sano. Es momento de estar todos juntos y unidos. Intentemos pasar tiempo de calidad con nuestra familia en casa, disfrutando de las pequeñas cosas de la vida. Intentemos reír, amar y dedicar tiempo al trabajo interior. Recemos, meditemos, comamos sano, toquemos música, cantemos, bailemos, escribamos, entrenemos, durmamos bien, trabajemos nuestro cerebro con buenos pensamientos Necesitamos trabajar con profundidad y regenerar cada nivel de nuestro ser. Solo de esa manera seremos capaces de emitir nuestras vibraciones y ayudar en esta situación sanitaria que estamos viviendo para que se cure más rápidamente.
Hoy Volví a usar Zapatos por Alexa Luque
Martes 02 de Junio
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Recuerdo el 31 de diciembre del 2019, estábamos reunidos en familia, compartiendo la última cena para despedir el 2019 y darle la bienvenida al 2020. Esa misma noche bailamos, tomamos, reímos, conversamos y hasta cantamos. Un poco antes de que llegaran las 12 en punto, surgió una conversación con mi esposo, en la cual compartimos los planes y proyectos de cada uno y planeamos lo que queríamos hacer juntos en el 2020. Nunca nos imaginamos que todo lo dicho iba a cambiar drásticamente en marzo.
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Jamás me había afrontado a un distanciamiento social, no sabía que conllevaba y que se podía sentir o experimentar. Las primeras semanas fueron un poco de acostumbrarme a no salir, no ver a mi familia y amigos, hacerme a la idea de renunciar a una rutina que ya estaba establecida y que se había venido repitiendo durante los últimos tres años. Lugo vino un estado de dejación propia, no estaba preparada para estar tanto tiempo conmigo misma, no sabía cuadrar los nuevos tiempos en mi vida y la crisis existencial hizo su efecto, el silencio reino a mi alrededor y solo escuchaba mis pensamientos.
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Muchas cosas pasaban por mi mente, agradecía lo que estaba pasando ya que el medio ambiente se estaba viendo un poco beneficiado, pero no entendía el comportamiento de las personas, temía por los más vulnerables quienes se beneficiaban de ciertas actividades que realizaban entidades no gubernamentales, temía por las mujeres y hombres que sufrían violencia por parte de su pareja, temía por los habitantes de calle, por los abuelitos que en el rebusque del día a día, podían encontrar una forma de sustento. Temía por todos menos por mí.
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Me dormida tarde, me levantaba tarde, se presentó un desorden de horario de comidas, no me daban ganas de bañarme ni peinarme, no sentía la necesidad ya que no encontraba un sentido para hacerlo, todo lo planeado se fue, y el sentimiento de alegría se transformó en una constante angustia que se camuflaba en las ansias de comer. Mis animales de compañía también cambiaron sus rutinas y esto creo que para ellos fue algo positivo.
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Pasado un mes asumí que ya mi vida no sería igual, no puedo afirmar que esto lo piense todo el mundo porque he visto como muchos conocidos siguen su vida, no cambiaron ningún hábito, sus acciones y formas de pensar siguen intactas, por eso hablo de mí y de lo que quiero.
Ya han pasado dos meses, en los que decidí no volver a ser la persona de antes, estoy aprendiendo a seleccionar lo que consumo y no solo a nivel material sino también intelectual, crecieron mis ansias de sumar fuerzas para transformar un poco la realidad que se vive a mi alrededor y legitimo constantemente la decisión de no ser mamá.
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Después de dos meses volví a sentir los zapatos en pies, nunca me había dado cuenta la leve presión que estos ejercían sobre mi piel, la sensación de protección y firmeza que estos traen y el impacto que estos generan cuando tocan el suelo, con ese impacto quiero iniciar mi nuevo caminar, mi nueva forma de ver el mundo y mi nueva vida, la cual surgió cuando entendí que para construir primero debemos deconstruir.
Mi Experiencia en el Confinamiento como Madre Gestante
Escrito por Leydi Sepulveda
Lunes 01 de Junio
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“ser una madre se trata de aprender acerca de fortalezas
Que no sabías que tenías y luchar con miedos que no sabías que existen”
Linda Wooten
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Hoy comparto un poco mi sentir a través de esta experiencia difícil y complicada por la que el mundo atraviesa. Mi nombre es Leidy Sepúlveda tengo 25 años y hace unos meses me entere que voy hacer madre, no podía comprender como llevaría a cabo mi vida a partir de ese momento, mucho más al enterarse mi familia. En estos momentos apareció la incógnita más temerosa ¿cómo continuaría mi estudio? No quería pensar ni analizar el cambio tan importante que atravesaría mi vida, esa responsabilidad como muchos lo marcan. Solo quise imaginar que mi embarazo era una oportunidad para demostrarme lo valiente y lo importante que es ver valer mis sueños, jamás pensé en abandonar lo que tanto me acostado que es terminar mi carrera… ¡menos faltando tan poco!
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A partir del momento en que ya mi bebe hacia parte de mi vida y mis proyectos, comprendí la importancia que es para mí hoy ser madre, en este confinamiento en el que ya hemos estado por un largo tiempo y en el que trato de no pensar hace cuanto inicio, pues a si se hace mucho más corto el tiempo, he perdido la experiencia de vivir mi gestación de manera normal puesto que mis controles son de manera telefónica, muy raro, por cierto, la nutricionista me llamo y difícilmente lo pudo nombrar como cita médica pues ¿cómo controlar un peso a distancia?, y más chistoso a un mi ginecólogo que decidió no volver a llamar pues prefirió esperar a que pudiéramos reunirnos, en mis ecografías, es triste imaginar que he estado sola sin la compañía de mi pareja pues no porque no se anhele sino que cruelmente el COVID-19 a impedido que pueda acompañarme a la ver por una pantalla a la pequeña Antonella que crece día a día en mí.
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Sin embargo, mi embarazo ha sido maravilloso, más aún desde que inicie a sentirla, a imaginarla, pues esta pequeñuela poco ha hecho sufrir a su mamá, pero come mucho les cuento, aunque no vivo con mi pareja y a veces la distancia de no poder vernos ocasiona problemas, disgustos, llantos sé que él está ahí para nosotras.
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Como todos, gracias al confinamiento por el COVID-19 hemos tenido muchos inconvenientes económicos, hasta hace poco pudimos comprar la primera muda de Antonella y pues pensar en Baby Shower demasiado complicado, pues ¿cómo poder hacerlo si no lo permiten? aunque no les niego que lo anhelo pues es mi primer bebe y como no vivir esta experiencia, ¡pero saben! hay algo que todos los días me preocupa y es como cuidar a mi hija de esta pandemia, como mantenerla sana sin que nada le suceda, solo en oración pido a Dios que esto termine pronto, no solo por mi hija sino por muchos en la humanidad de los que no sabemos cómo estén pasando esta cruel cuarentena.
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De lo esencial del COVID19, el pensamiento crítico y la mutualidad
Escrito por Javier Sánchez
Miércoles 27 de mayo
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El lenguaje construye realidades, y claro, para ello disponemos de un acervo lingüístico importante, el cual se ha ido perdiendo con nuestros abuelos y abuelas, con los pueblos originarios reducidos y exterminados, con la impronta lingüística producto de la globalización, (música, novelas, películas, series.,), pero lo más notorio es la categoría bélica que se le ha dado globalmente a la actual coyuntura. Haciendo un paneo somero por internet se encuentran titulares como “Como ganar esta guerra contra el Coronavirus”, “Coronavirus: La guerra de esta generación” de El País, en Semana, “Que sigue en la guerra contra el Coronavirus…” de Infobae y, una más, “La ciencia declara la guerra al Coronavirus” reza un titular en DW.
Así tenemos que la pandemia parece ser otra. Enfermedades a lo largo de la historia humana ha habido varias, con trágicas consecuencias pero esta relación con el lenguaje bélico, con el lenguaje de guerra debemos cuestionarla y no pasarla entera, pues en primera medida el exacerbar y traer el sentimiento de guerra a esta
condición afectan el comportamiento humano, pues ante una generalizada ambientación de guerra las personas buscan protegerse a como dé lugar, esto puede tener una relación con los que, mal denominados, están en la primera línea de batalla, el personal médico y de atención en salud. Una tendiente segregación y rechazo, en el transporte público, en tiendas, en la vía pública, siendo señalados, apartado e incluso amenazados.
¿Ven lo que hace el lenguaje usado de manera irresponsable? Más aún, vemos lo importante del pensamiento crítico para no permitir que este tipo de mensajes calen en la psiquis social…así que esto lo que devela la real pandemia la falta de educación, la enfermedad no es un enemigo, es una consecuencia de un modo de vida y es una consecuencia de la degradación de la naturaleza, de nuestro planeta.
No es una guerra no es ese el mensaje que nos debe quedar luego que esto pase, aquí no seremos victoriosos de ninguna manera si post-COVID19 la vida se normaliza, debemos replantear en primera medida nuestra psiquis, nuestro lenguaje y con ello nuestra realidad, incluyendo a otros, seres humanos y más que humanos.
Antes de considerar si estamos solos o no en el Universo, vivamos en coherencia que no estamos solos en este planeta y que este no es nuestro, pertenece a cada criatura, grande, mediana, chica o microscópica y que todas estas, incluyéndonos influye en el ciclo de la vida, si destruimos fuentes de agua, si contaminamos el cielo, si talamos los bosques, estamos destruyendo el equilibrio de la vida que nos mantiene con vida.
¿A caso en estos momentos no has sentido el aire más puro? ¿El cielo más azul? Como dijo el Principito: “- Lo esencial es invisible a los ojos”, pero el COVID19 nos está ayudando a revelarlo. Y lamento el dolor que esto ha traído para muchos. Pero es momento de ser más conscientes de la vida, del amor, del planeta, del cielo, del agua, de la vida salvaje, del aire, de la reciprocidad, este lenguaje bélico no es consecuente con lo que nos manda este microscópico ser: reposo, descanso, cuidado mutuo (que incluye a todo y todos los seres), no son estos los comportamientos para una guerra.
Personalmente la lucho desde el amor, hagamos que es esta Pandemia sea, como lo expresa Ficino, un amor Pandémios, es decir, incorporal, espiritual.
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Nuestra desgracia, la Reforma
Martes 26 de mayo 2020
escrito por Erika Cubillos
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Ay de mí y de mi pueblo,
que entre más trabajo menos tengo.
Ay de mí y de mi pueblo
que entre más me esfuerzo crezco.
Ay de nosotros que trabajamos sin descanso.
Ay de nosotros que con un básico la sobre llevamos
Que sin escrúpulos nos intentan callar,
además de que los IVA nos logran incrementar.
Dios quiera que mi campo no lo toquen,
Dios quiera que mi canasta no me la roben,
Dios quiera que el sueño no me lo quiten,
Dios quiera que la vida no me la limiten,
¿Y si lucho contra esta gran brecha social?
Que aumento sin piedad,
¿Y si hago un caminó neoliberal?
Ya que el estado solo pensar en su bienestar.
Quien diría que mi clase social afectaría mi vida,
quien diría que ser pobre no serviría.
Pero sin importar esta miseria, hay que luchar
a pesar de ser estigmatizados en esta sociedad
Aunque este mundo sea caro,
y yo ande sin un centavo,
espero tener frutos
de todo lo que he trabajado.
menos mal mis sueños no se cobrarán,
pues hasta impuestos les desean aplicar.
Y con la mínima esperanza que habita en esta humanidad,
mi deseo de progresar aumentará.
Quiero tener una vida honrada,
luchando sin tener nada,
para seguir adelante con una vida digna,
en medio de la pobreza que a unos pocos nos impusieron llevar.
que termine el capitalismo la opción más sabia sería, porque así
muchos males desaparecerían y nuestra comunidad en paz viviría,
y volviendo a lo colectivo nuestras vidas felices serian.
¿Cuál es tu Ikigai?: Por Sticma B
Martes 05 de mayo 2020
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La manera de ver si estamos bien o mal se encuentran en las afirmaciones y las imposiciones de vivir la vida más extrema, más apasionada, en todo momento compartiendo más tiempo con las personas del nuestro alrededor...
Esto nos lleva a unas reflexiones y preguntas sobre el rumbo de la vida, ¿cómo hemos llegado a dónde estamos en este momento? acompañada de un ¿ahora qué? En Japón existe una filosofía llamada Ikigai que traduce sentido de vida, motivación o como quiera llamar la razón por la que usted vive ¿Cuál es tu Ikigai?
En el periodo de la peste negra y la peste bubónica, la gente comenzó a cantar, bailar, pintar, estar más "tiempo" con la familia, periodos donde Shakespeare (literatura), Munch(pintura) Newton(física) producirían sus mejores obras. Todos ellos con motivaciones claras en sus vidas.
¿ahora qué? No cantamos, bailamos, pintamos, escribimos y compartimos por falta de "tiempo" ¿era necesario una pandemia para volver hacerlo? Esto me lleva a reflexionar sobre que no conozco mi Ikigai ¿no se para que vivo? ¿Cuál es mi motivación?
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¿No saben a qué me refiero con estos textos sueltos?
Simple, es una invitación a vivir fuera del molde. Ahora que puedes canta, escribe, baila, comparte con tu familia y encuentra tu Ikigai, - ¡no tenías el tiempo de conocerte, ahora lo tienes no lo desperdicies!
Si en determinado tiempo partes de la vida, recuerda que bien te la has pasado. Morir haciendo tu Ikigai, poder mirar atrás, y pensar que el 2020 no fue solo un año de experiencia malas, si no fue el año donde encontré mi Ikigai mi sentido de vida. Y tú, ¿sabes para que vives? recuerda aquel poema donde dice: poeta viste tanto la luna que se te olvidó mirar. ¿Entiendes?
¿Y ahora qué vas a hacer tú?
Ver la cuarentena como la forma de encontrarte a ti mismo o seguir igual...
Utopía desde casa: Por karen Lizeth León Abelló – semillero Callejeando
Lunes 04 de mayo 2020
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Actualmente se logra observar y escuchar en muchas redes sociales y diferentes medios de comunicación un sin fin de publicaciones en torno a lo que ha venido generando la pandemia, mencionando de manera reiterativa palabras como, “reinventar”, “resignificar”, “cuidar”, “servir”, “compartir”, “valorar”, “amar”; acciones que deberían ser propias del ser humano sin importar la situación en la que nos encontremos.
Hoy, después de creer que el ser humano tiene total dominio y control del mundo, la naturaleza nos hace ver que en realidad el mundo continúa evolucionando sin el ser humano. Hoy después de los constantes llamados que nos ha hecho la naturaleza a pensar también en ella, nos hemos visto obligados a
hacerlo y con ello el planeta ha logrado tener ese aire que nos ha pedido desde hace mucho tiempo y siempre le hemos negado.
Ahora se muestran muchos videos e imágenes de diferentes lugares del mundo, donde los animales recorren con tranquilidad calles y carreteras por las cuales habitualmente solo transitan los humanos. Del mismo modo, se comparten imágenes de la ciudad, donde la contaminación impedía observar completamente el panorama. Ahora se evidencia una Bogotá con una reducción considerable del smog; las calles y espacios públicos se encuentran más limpios, esto sin dejar de lado que es parte de un proceso acompañado de la labor realizada por aquellas personas encargadas del aseo público.
Actualmente muchas personas nos hemos permitido contemplar detenidamente desde nuestras ventanas, balcones o terrazas, el cielo en su amanecer o atardecer, otros cuantos disfrutamos más del cielo cuando anochece, muchos lo observamos en familia, en medio de una conversación, mientras otros lo hacen en medio de la soledad acompañados de un café; sin importar la manera en la que realicemos estas acciones.
No existe certeza de lo que pasará en un tiempo, pero cada día mantengo la esperanza de que este tiempo de cambio nos permita corregir prácticas, valorar lo que nos ofrece la naturaleza, pero sobre todo que más personas se unan a asumir esta responsabilidad de manera colectiva, donde la promoción de cambios no sea una labor propia de profesionales, sino que provenga de una especie humana que comprendió la necesidad de ese cambio.
Preguntas de Cuarentena: Por Natalia Alvarez
viernes 01 de mayo 2020
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Lo fácil y lo difícil en tiempos de aislamiento obligatorio está directamente relacionado con los medios que tenemos para mantenernos vivos física y moralmente.
Fácil puede ser para unos preparar la cena y difícil puede ser para otros conseguir el alimento diario, entonces la pregunta también varía, pues una cosa es preguntarse ¿qué cocino hoy? Y otra más dolorosa es preguntarse ¿conseguiré para comer mañana?
Cambian los lugares, en la cuarentena hay gente que habla de cine y pregunta ¿qué película me recomiendan? Mientras que hay otros que no conocen el cine, que no tienen televisión, que no tienen casa, que no tienen con quien conversar y se preguntan a sí mismos si el siguiente anden será un buen refugio.
En tiempos de crisis es necesario radicalizar los afectos personales y colectivos y renovar las esperanzas, una pregunta me ronda en el aislamiento ¿aprenderemos de dignidad cuándo no tengamos nada que perder?
Y con esta, otras llegan:
¿Nos miraremos a los ojos cuándo ya no usemos tapabocas?
¿Haremos del amor un motor y de la esperanza una necesidad?
¿Nos conmoverá el llanto de los niños en la montaña vecina?
¿Hablaremos de libertad y construiremos sus caminos?
¿Nos dolerán las injusticias ajenas
¿Soñaremos cómo en la infancia?
¿Defenderemos la paz y la alegría?
Y usted, ¿qué se pregunta?
Y aqui estamos Por: Brisny Mariana - Youtuber Inti Tekoa
martes 28 de Abril 2020
Estoy segura que al 99% de las personas en algún momento nos dijeron, escuchamos o leímos, detente, alto, para, toma la vida con calma, date un respiro, disfruta con tu familia y amigos, para tu trabajo, tu estudio, pero nunca lo hicimos porque para muchos parar no era una opción, y llega en cuestión de semanas algo que te obliga a parar, nos detenemos de a poco, el país, el mundo se detiene no al 100 pero si por mucho.
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Despiertas, caminas en tu casa, abrazas tu familia, lees, trabajas desde ahí, si sales es muy poco y con mucha incertidumbre o miedo, miedo de que tu familia se enferme, que tu vecino, amigo, o incluso un desconocido lo haga, y es más difícil aun cuando en todos los medios solo escuchas ese tema, te preguntas cuando vas a acabar, cuando podrás salir a trabajar, a estudiar, a caminar sin miedo, nos dará rabia escuchar el gobierno y las decisiones que ellos tomen, pero algo si es cierto, no importa de dónde salió, si fue creado en un laboratorio o fue un animal, está aquí y aquí se quedara, tendremos que aprender a vivir con él, porque las circunstancias no nos va a permitir estar un año encerrados, pero nuestras prioridades van a tener que cambiar, tendremos que adaptarnos a otras medidas, y recordar, recordar lo importante que es sacar un tiempo para estar con nuestros seres queridos, y con nosotros mismos, lo placentero que es recibir un abrazo, dar la mano, acercarte al otro, ver tu vecino y saludar, no ser indiferentes ante los demás, porque aquí en esta vida vale más ser humanos que el dinero, porque ser humano no es respirar, es ser solidario con los demás, es preocuparte por el resto y también por ti es tratar de hacer las cosas bien siempre, es entender que a este planeta es prestado y que debemos cuidarlo y cuidarnos entre todos.
¡Como estamos viviendo la crisis? Por: Julie Vuichard - Colaboradora Tucaya Travel
Luness 27 de Abril 2020
Como profesionales del turismo, estamos totalmente quietos y sin visión de lo que pasará a corto plazo en nuestro campo.
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No recibiremos turistas hasta septiembre si las cosas van bien, pero no me quejo, este “descanso forzado” nos permite hacer todas las pequeñas cosas que siempre aplazamos, estas cosas que dejamos siempre para mañana, y, sobre todo nos permite volver a pensar en nuestra misión: los valores que queremos transmitir a los visitantes, las alianzas que queremos reforzar, … Este tiempo al final de todo puede ser el momento justo para las empresas, poner en perspectiva su modo de funcionamiento, su misión y visión, y reflexionar sobre posibles mejoras.
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Estoy orgullosa de trabajar en una empresa involucrada con las comunidades (proveedores Y/o aliados), aún más, cuando entre todos estamos utilizando este tiempo de “pausa” para imaginar nuevos proyectos inclusivos.
"Más o menos bien": Por Andersson Lizarazo
Viernes 24 de Abril 2020
La curiosidad está muy ligada al aprender, al conocer cosas nuevas, sentir curiosidad por algo es reconocer frente a las consecuencias que puedan existir, la posibilidad de saber. Hay circunstancias en las que sentir curiosidad como primera reacción, no resulta lo más sensato, sobretodo, a la luz de toda una serie de posibles desenlaces, unos más catastróficos que otros, que no dejan espacio para versiones optimistas, o escenarios en los que los aprendizajes y reflexiones que puedan tenerse justifiquen las rupturas, las pérdidas, las rasgaduras.
Nos cuesta mucho asumir la incertidumbre. la falta de control de nuestra propia vida, de nuestros movimientos y de nuestras prácticas más cotidianas nos pone en escenarios que no sabemos cómo enfrentar. Nos atamos a lo que sabemos y a lo que siempre hemos hecho para asumir algo que es diferente (¿cómo puede eso funcionar?), con la única garantía de que por lo menos lo intentamos, de que seguimos con obediencia lo que indican quienes al parecer entienden mejor las cosas, pero que también están intentando encontrar alguna certeza.
Llega el agotamiento, el tiempo sin tiempo, la depresión sin épica, como dice alguna canción… la curiosidad no da tanta tregua, menos cuando no hay aprendizaje, cuando no hay nada diferente y lo que parecía ser una posibilidad de cambio general no nos está cambiando ni a nosotros mismos; cuando la miseria y la muerte parecen lo único sobre lo que se tiene control, porque el afán de atarnos a lo que siempre hemos sido para poder seguir, no permite que los que ocurre nos habite y nos muestre otras formas de ser, la incertidumbre nunca llega sola, siempre debemos darle una forma, y solemos asignarle la de la angustia ¿le podemos dar otra forma? ¿nos alcanzará la esperanza para eso?
La Cuarentena: Por JCR
Lunes 20 de Abril 2020
A muchas personas les he oído decir “en un momento nos cambió la vida” y ¿por qué?, por un virus que logró confinarnos al encuentro con l@s otr@s o quizá con nosotr@s mism@s. Vivo con Carolina, la hija, y casi todo se ha transformado por esta situación. Carolina salía todas las tardes hacia la universidad y ahora no lo hace más, sus actividades están todas coordinadas por plataformas virtuales que ella atiende en horas de la tarde y más...
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La compañía y encuentros con los otr@s seres queridos y amig@s también se redujo a mensajes, llamadas telefónicas o vídeo llamadas para sentirnos más cerquita; sin embargo, surgen ideas y nuevas formas de aprendizaje. Carolina disfruta mucho bailar y le sugiero que grabe unos vídeos para compartir con la familia y así lograr hacer actividad física. Así lo hemos hecho y en ocasiones logramos clase de baile en vivo virtual por ahora con la hermana, sobrina y sobrina nieta, que no solo disfrutamos, sino que nos ayuda a estar activos físicamente.
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Vivir confinadas por la cuarentena ha sido para nosotras “el tiempo” para hacer cosas que no hacíamos porque no había “tiempo” ... entonces querer leer lo que nos gusta, conversar y escucharnos sobre temas que generalmente no abordamos en nuestro diario vivir, porque no tenemos conciencia de nuestro Ser, Hacer, Estar y Tener logra que nos olvidemos de nosotr@s mism@s. Hablar de cómo fue nuestra crianza, de cómo hemos vivido, de cómo han sido las relaciones de pareja y amigo@s, son temas que nutren nuestro confinamiento porque exploramos emociones, actitudes, comportamientos, aciertos, desaciertos y responsabilidades, aspectos que nos aterriza en el aquí y el ahora con el fin de vivir el presente.
Mi Querida Usme: Por Ana Maria Salazar
Lunes 20 de Abril 2020
Hoy desperté mire por la ventana y veo lo hermosa que es la localidad de Usme un 70% es zonas verdes, tiene cultivos, campesinos, animales, aire puro y mucho frío ... Llega a mi mente una Usme de hace unos años cuando existía el trueque, cuando las familias trabajaban en colectivo para cosechar alimentos, siempre recibías saludos de los vecinos y el cuidado a la naturaleza y a los animales era supremamente importante.
Y siento que ahora todo podría ser diferente si volviéramos a la querida Usme de hace unos años, por qué necesitamos en estos momentos y de aquí en adelante pensar en colectivo y organizarnos como comunidad y aplicar la soberanía alimentaria, donde la comida no tenga químicos, donde pensamos en nuestro vecino, no necesitaríamos dinero para comprar alimentos porque ahora nosotros tendríamos nuestra propia huerta y alimentos...
En fin, espero cultivar semillas de vida y esperanza y llevar estás ideas a la realidad, ahora en cuarentena hay movilizaciones, cierres de vías, indiferencia, hambre y muchos pañuelos rojos. Quisiera poder brindar alimentos a todas las familias que lo necesitan y no solo aquí en Usme, en este momento ya son varias las localidades que necesitan no solo alimentos, lo que realmente se necesita es el cumplimiento de los derechos humanos y garantías para una mejor calidad de vida.Por ahora solo queda decir que, si no pensamos en colectivo y construimos nuevas ideas de aquí en un futuro, las situaciones de muchas familias serán más difíciles y complejas, así que volvamos a lo de antes cultivemos sano y seguro que con alimentos podemos sobrevivir y desde mi querida Usme y en esta cuarentena pido más amor, más empatía, más solidaridad y más respeto...